Protocolo de actuación ante casos de Personas Desaparecidas

Saber qué pasos seguir cuando una persona se encuentra desaparecida es crucial y puede salvar vidas. Por eso, en las últimas dos décadas hemos sido testigos de una evolución importante en los protocolos de actuación ante las investigaciones de personas desaparecidas, aumentando la conciencia de la necesidad de una respuesta internacional coordinada.

En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre los casos de personas desaparecidas, así como la manera más útil y eficaz de actuar ante esta situación:

¿Qué significa estar desaparecido?
Tipología de desapariciones
Tipos de búsquedas
Protocolo ante causa de desaparición

¿Qué significa estar desaparecido?

El Consejo de Europa se establece que:

"Una persona desaparecida es aquella que se encuentra ausente de su residencia habitual sin motivo conocido o aparente, cuya existencia es motivo de inquietud o bien que su nueva residencia se ignora, dando lugar a la búsqueda en el interés de su propia seguridad y sobre una base de interés familiar o social."

Por su parte, el Comité de Ministros del Consejo de Europa, delimita las categorías sobre las personas desaparecidas a:

Menores (según legislación).
Personas desaparecidas en circunstancias sospechosas y por las que se teme que peligre su integridad física o moral.
Personas que hayan podido ser víctimas de un accidente.
Personas que no puedan valerse por sí mismas en razón de su situación física, mental o de pobreza.
Personas que han desaparecido presuntamente para eludir su responsabilidad de manutención.
Miembros de la familia cuyo paradero haya sido perdido.

Una vez sentadas las bases teóricas de lo que se considera una persona desaparecida, para los investigadores es imprescindible elaborar un perfil psicológico de cada sujeto y estudiar los entornos en los que se movía para poder estimar una causa realista de dicha desaparición.

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Tipología de las desapariciones

Los tipos de personas desaparecidas se dividen en:

Desapariciones forzosas:

Aquellas en las que la víctima ha desaparecido en contra de su propia voluntad. En esta categoría se incluirán todas aquellas desapariciones que están propiciadas por una actividad criminal o hecho delictivo. Esta clase de desapariciones, a su vez, se pueden distinguir 3 tipos bien diferenciados de casos:

Desapariciones de personas en entornos delictivos: motivadas por actos tales como secuestro, violencia de género, trata de blancas o explotación sexual, extorsión, homicidio u otros.
Sustracción parental de menores de edad: por infracciones del derecho de custodia.
Expulsados del hogar: por privación del derecho de vivienda a menores y personas con discapacidad, violando sus derechos de protección especial.

Desapariciones involuntarias:

Aquellas en las que la persona desaparece por cuestiones externas y ajenas a su voluntad, sin existir decisión propia, pero no presentan indicios racionales de criminalidad. Entre estos casos se encuentran las desapariciones de personas con trastornos mentales o deterioros cognitivos, por motivos de accidentes o de catástrofes.

Desapariciones voluntarias:

Aquellas que se producen por decisión propia del autor, sin que intervengan factores criminológicos, psiquiátricos o cualquier otro condicionante externo ajeno a la voluntad propia. En estos casos, la voluntad de la persona desaparecida es no ser encontrada ni facilitar ningún dato personal. Las motivaciones de estas personas suelen ser de carácter diverso: familiar, personal, laboral, económico...

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Tipos de Desapariciones

Tipos de búsquedas

En nuestro Curso de Investigación de Personas Desaparecidas se establece una distinción entre búsquedas urgentes y búsquedas permanentes:

Urgentes: Aquellas en las que la búsqueda se realiza en las primeras 24/48 horas desde la desaparición. En principio no tiene como objeto de búsqueda a menores necesariamente, sino que va dirija a tipos concretos como desaparición por enfermedad mental, acciones de pederastia, drogas... El tiempo es vital en este tipo de búsqueda.
Permanentes: Estas ocurren cuando la búsqueda se alarga en el tiempo, durante meses e incluso años, y las informaciones que se obtienen sobre la desaparición no aportan datos suficientes para localizar a la persona desaparecida. También en aquellos casos en que la desaparición evidencia una acción criminal y el objetivo es identificar, detener y poner ante la justicia a los autores.

¿Qué puedes hacer tú? Protocolo de actuación ante desapariciones

Cuando se produce una desaparición, las primeras 24/48 horas son las más importantes, puesto que a partir de este momento se inicia un proceso de pérdida de evidencias e información que pone en riesgo la investigación y el seguimiento de protocolos de actuación.

Aquí puedes informarte sobre situaciones traumáticas y cómo pedir ayuda. Por otro lado, en este artículo puedes aprender a cómo comunicar una mala noticia de la manera más asertiva posible a víctimas y familiares.

Tal y como explica el Profesor Eduardo Navasquillo en nuestro curso, las primeras acciones que se deben emprender en términos generales se pueden resumir en 5 pasos:

Denunciar el hecho: es la manera más adecuada para activar los sistemas operativos de las FCSE (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado).
Verificar aquellos elementos que nos permitan efectuar un seguimiento de la persona: comprobar las tarjetas de crédito, RRSS, móviles, correos electrónicos, búsquedas en Internet... de la persona en cuestión.
Actuar en las RRSS: hacer un llamamiento por las distintas redes es una manera rápida, eficaz y global de activar la búsqueda.
Reconstruir las últimas horas: preguntar a familia, amistades, compañeros de trabajo, etc.
Recopilar información: por muy insignificante que pueda parecer en un principio, es imprescindible aportar absolutamente toda la información que seamos capaces de recordar, cualquier dato puede tener valor. Facilitarlos a las FCSE es la mejor opción, ya que serán ellos al final los que hagan un mejor análisis de estos.

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