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Seguridad en la empresa: el hurto interno en las organizaciones

En este artículo, nuestro colaborador Iban López (Criminólogo, Director y Asesor de seguridad) hace un análisis de los cuatro perfiles de ladrones dentro de las empresas u organizaciones. La mejor forma de prevenir el hurto interno en tu organización es conocerlo. Siempre es difícil investigar a empleados y compañeros, pero cualquier Departamento de Seguridad debe tener en cuenta que los empleados que delinquen desprestigian al resto de compañeros y a la propia empresa, por lo que deben ser detectados y expedientados con pruebas irrefutables. Si conocemos los modelos, mejor podremos implantar procedimientos para prevenir el hurto interno y detectar quiénes se están lucrando de forma delictiva en nuestra organización.

 

Seguridad en la empresa el hurto interno en las organizaciones - LISA institute

 

Origen de la investigación de hurtos internos

Bryanna Fox, experta en psicología criminal, profesora de la universidad del sur de Florida y ex agente especial del FBI, elaboró una teoría en la que diferenciaba cuatro perfiles de ladrones: El organizado, el desorganizado, el interpersonal y el oportunista. Estos perfiles ayudaron a aumentar en 300% los casos resueltos por este tema.

Esta diferenciación "limitaba" los posibles sospechosos y ayudaba a identificar otros "nuevos" que tal vez no habían sido considerados por la policía.
Basándonos en la teoría de Bryanna Fox podemos intentar elaborar varios perfiles específicos de “ladrones” que roban dentro de su propia empresa. es decir, empleados que roban desde dentro y que realizan hurtos internos.

 

El problema de los hurtos internos en la empresa

Según un informe publicado por AECOC (Asociación de fabricantes y distribuidores), las pérdidas en establecimientos en 2017 comerciales ascendieron a 1.800 millones de euros; una cifra que proviene casi en su totalidad del hurto de productos. El 60% de las pérdidas en el comercio provienen del hurto externo (clientes), y un 22% del hurto interno (trabajadores) sólo el 18% de los productos extraviados corresponden a pérdidas por errores de gestión”. (Fuente AEOC-Expansión)

Posiblemente este 22% de hurtos internos lamentablemente puede subir en detrimento del 18% que corresponde a perdidas y errores de gestión, ya que algunos de los robos perpetrados por empleados muchas veces se esconden bajo esos argumentos.

 

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Análisis de modelos de perfiles de empleados que roban.

A continuación se analiza y adecua la teoría de Bryanna Fox a los ladrones internos.

1. El organizado o creativo.
  • En este caso el género no es determinante, dependerá de la empresa en la que trabaje. Supera los 25 años. Si es joven aparenta por lo contrario una gran madurez y seriedad no propia de su edad.
  • Es un profesional del hurto dentro de la empresa. Reincidente. Sus actos son premeditados y organizados. Es metódico, sabe cuándo puede actuar, donde y con quien. En su empresa, no le gusta trabajar en equipo, prefiere trabajar solo, para así poder concentrarse en sus robos.
  • No le importa salir más tarde del trabajo o llegar antes. Será muy receloso de compartir su trabajo con otra persona, por ejemplo, nunca dejará que le ayuden con su caja o su cometido si puede evitarlo. Siempre comprometido con la empresa y con sus superiores para estar informado en todo momento de la organización y los procesos de seguridad. No importa el sueldo que cobre o el puesto que tenga, para este sujeto robar es un modo de vida, un deporte. Un aliciente. Siempre estará elaborando nuevas técnicas de robo dentro de la empresa. 
  • Tiene un nivel de vida por encima de sus posibilidades.
  • Puede mostrar agresividad o nerviosismo si se le sorprende con una revisión de su trabajo. 
  • Los incrementos en su producción, o su caja aumentarán cada vez se aumenten los niveles de seguridad, pudiera verse una mejora en su departamento en su periodo de vacaciones. 
  • Se ha acostumbrado a un nivel de vida elevado. Podrá dejar de robar una temporada, pero volverá a recaer. 
2. El desorganizado:
  • Al contrario que el organizado, esta persona es inmadura, menor de 25 años. En el caso de que sea mayor será muy extrovertido, simpático, infantil. Esconde sus robos bajo un trabajo desorganizado y desordenado. Las cajas no le cuadran nunca. Su trabajo es caótico. Nadie sospecha ya que le considera por debajo de la media y no creen que esa persona sea capaz de robar. Su carisma es su coartada.
  • Su nivel de vida tiene altibajos, depende del día que cometa los hurtos. A medida que llegue final de mes sus robos serán más necesarios. Puede tener muchas deudas.
  • Puede mostrar mucha generosidad con los compañeros cuando ha cometido el robo y sin embargo pedir dinero de un día para otro. 
  • Las pruebas las tenemos delante de nuestras narices, pero las consideramos fallos.   
  • Su nivel de trabajo es errático.
  • Al igual que el delincuente organizado no puede dejar hacer su actividad ilegal, tarde o temprano volverá a robar.
3. El “Hater”, el que odia, el rebelde.
  • Los “odiadores”. Están descontentos con la empresa, con su vida, con su sueldo, con su supervisor. Roban para fastidiar a la empresa, como venganza. No les interesa necesariamente el dinero, en todo caso puede que se lleven material a casa como un trofeo. Si no pueden robar, destrozaran el producto o trataran mal al cliente con tal de hacer daño a la empresa. 
  • Son empleados problemáticos. 
  • Continuamente aparecen desperfectos o existen necesidades de reparaciones en su puesto de trabajo. Los desperfectos ocurren en objetos y lugares no habituales. 
  • El robo del material es proporcional a su descontento o a la oportunidad.

4. El Oportunista o el justo.

    • Moralmente roba para equilibrar su mundo.
    • Su robo le parece justo.
    • No busca robar, lo hace cuando tiene una oportunidad clara.
    • Se quedará el dinero o el stock que sobra por error a cuenta de la última vez que tuvo que poner dinero de su bolsillo o que fue reprendido por algún fallo en su empresa.
    • Si no puede tocar dinero o los niveles de seguridad y vigilancia se lo impiden, robará productos que le sean útiles.
    • Estafará a un cliente para cuadrar su caja, pero no para su ocio.
    • No devolverá el dinero a un cliente, se quedará un producto si tiene la oportunidad, cuando cometa sus hurtos echará la culpa al cliente por su ineptitud o a la empresa por su gestión. 

     

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    Entonces. ¿Cómo conseguir que bajen los robos internos?

    El nivel cero de robos dentro de la empresa actualmente es poco probable, pero es factible bajar las cifras. Es muy probable que parte de lo que ahora un empresario cree que son perdidas por la mala gestión, en realidad son robos perpetrados por el personal.

    El empleado debe sentirse parte de la empresa. No todos los empleados roban, pero una mala gestión del personal, una sobreexplotación para ahorrar costes, pueden desencadenar gastos por robos que en un principio no serían perpetrados por parte de los empleados si sintieran bien pagados o valorado.
     
    Un contrato indefinido siempre será mejor que un contrato temporal. El miedo a perder un empleo con plan de carrera e indefinido, el apego a la seguridad es superior para arriesgarlo todo por un simple robo.
     
    Mejor sueldo o facilidades en el horario, conciliación familiar pueden reducir el hurto interno. No será muy efectivo para algunos perfiles, pero bajará el número de hurtos.
     
    Es vital la creación de protocolos que les hagan sentirse seguros, como quebranto de moneda o seguro de desperfectos.
     
    Es muy recomendable hacer controles aleatorios y subir los niveles de control progresivamente y de forma aleatoria.
     
    Es positivo instalar más cámaras y no olvidar nunca avisar a los empleados para evitar problemas de protección de datos e imagen.
     
    Que los empleados no toquen dinero no quiere decir que no puedan robar a la empresa.
     
    Y, por último, trate bien a sus empleados, no se desentienda de ellos, o ellos se desentenderán de la empresa, de su marca, de sus clientes y de su dinero.

     

    Autor del artículo: 
    Iban López Gk
    Criminólogo – Director de Seguridad.
    Asesor de seguridad para ONG.

     

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